366 días que se complementan para terminar un año, en mi
caso el que considero de mayor aprendizaje. Un ciclo más que pasa para dejarnos
algo diferente a cada uno, pero que en algún punto nos une a todos. Ese punto
podría ser, o no, el de que no podemos quedarnos quietos con lo que ocurre a
nuestro alrededor; desde lo mal que tratamos a quien nos soporta, el único
lugar que podemos habitar, la Tierra; hasta el odio con el que tratamos a
personas que no piensan como nosotros, o el miedo con que vive la gente.
Por fortuna puedo decir que este año he vencido, porque, mal
les pese a algunos, según P. Coelho, “vencer es llegar a vivir las cosas que te
encantan” y lo eh podido hacer. No sin pasar por muchas dificultades y con
algunos tropiezos que nos dejan, en fin, el mayor aprendizaje.
365 oportunidades (y 6 horas más) nos están esperando,
ansiosos por enseñarnos y por darnos la chance de crecer, avanzar, disfrutar y
conocer más gente que nos haga reflexionar.
Va a ser un año diferente al anterior, con nuevos obstáculos
y desafíos que sobrepasar. Y para ello no podemos darles la espalda o evadirlos
sino, hacerles frente utilizando todas las herramientas que poseemos y con la
ayuda de la gente nos rodea.
A diferencia de otros años, el 2013 será uno que empieza con
una línea de partida bien definida y conociendo, o no, lo que me espera. Y
hasta, tal vez, con una línea de llegada marcada por el tiempo, pero sin
fronteras para “vencer”(al igual que
específique en el 2° párrafo).
Mis deseos son que todos puedan hacer de su 2013 su mejor
año y puedan realizar sueños que tienen postergados.